El lado oscuro de Ceibal: tercerizaciones con docentes extranjeros, acuerdos con Google y Microsoft para uso de datos de estudiantes, abandono del software libre.

Un poco de historia:
Ceibal se inicia en el año 2007 con el fin de cumplir la promesa de “una laptop por niño” realizada en 2005 por el entonces candidato a la presidencia Tabaré Vázquez. Con esta premisa, se estructuró un plan que se manejaría directamente desde Presidencia (no desde los órganos de la educación) y tomó el nombre de Plan Ceibal. Comenzó con la entrega de laptops económicas diseñadas por el MIT y fue el primer país del mundo en implementar la idea, la cual tuvo gran repercusión internacional.

Este proyecto siguió desarrollándose y contando con una gran cantidad de recursos económicos por lo que avanzó en la creación de una plataforma educativa central en el año 2010. También se introdujo la enseñanza del Inglés e Informática en las escuelas de forma descentralizada y mediante clases virtuales para los niños.

Hoy Ceibal (nombre actual) maneja una estructura enorme, donde provee de notebooks gratuitas a estudiantes de primaria y secundaria, además de a maestros y profesores. Su plataforma en línea Crea centraliza muchos de los trabajos de clase de los docentes y desde ahí los alumnos hacen sus tareas, entregan deberes e incluso realizan evaluaciones.

Sin dudas, es un proyecto enorme y en muchísimos aspectos muy positivo, ha generado un gran avance y democratización del acceso a la tecnología, fundamental para lograr la alfabetización informática de la población en esta sociedad de la información y el conocimiento. Pero, ¿Es oro todo lo que reluce?

La cara “oculta” y no tan difundida.

Para empezar este análisis vamos primero a retomar algo que se dijo antes: Ceibal depende directamente de Presidencia. Y esto no es un detalle menor; es el Poder Ejecutivo quien designa de forma directa al Director de Ceibal y el organismo tiene una libertad casi absoluta de funcionamiento, siendo casi independiente de los órganos encargados de la educación: ANEP y UDELAR. Sin embargo, a medida que fue creciendo, Ceibal ha tomado cada vez más protagonismo e intervención en la educación pública, llegando incluso a que se dicten cursos y se utilice información de estudiantes y profesores de forma directa sin casi intervención ni control externo. A continuación voy ir detallando algunos ejemplos. Pero antes una aclaración: este artículo no tiene como fin denostar ni criticar sin sentido al proyecto Ceibal. Al contrario, valoro y mucho la contribución, el avance y el cambio que ha significado para los más jóvenes acceder a la tecnología y las posibilidades educativas. Me hubiera encantado en mi etapa de escolar y liceal haber podido acceder a todas estas herramientas y a las posibilidades que ofrece. En las siguiente líneas no voy a expresar opiniones o comentarios al vuelo, simplemente narraré hechos concretos que se dan en el sistema y es importante que como usuarios los conozcamos.

1 – Cursos con docentes extranjeros en las escuelas públicas

Esta experiencia me tocó vivirla de forma muy directa cuando mi hija cursaba primaria, entre los años 2021 y 2023. Cuando comenzó el curso de 5to año y durante todo 6to en su clase pasó a tener un curso semanal de Inglés y otro de Pensamiento Computacional. Ambos eran dictados de forma virtual (iban a un aula con proyector y sus ceibalitas) en una clase de 1hora.

Lo particular fue enterarnos que estos cursos eran dictados por una profesora que estaba en la ciudad argentina de Córdoba y era profesora de una academia privada de inglés y por un profesor de Bahía Blanca (Argentina) en el caso de Pensamiento Computacional. Ninguno de los dos tenían ninguna idea de como se trabajaba en Uruguay, del programa de primaria, ni de las fechas patrias ni del contexto en general. Tampoco se relacionaban con las maestras, las que quedaban al márgen durante toda esa hora cuidando al grupo y sin muchas más opciones. La única información que, al parecer, tenían esos instructores según se lo expresaron a la maestra y a los alumnos era la planilla con los temas y guías de clase proporcionada por Ceibal directamente. Esto generó varias complicaciones y falta de conexión en muchos casos, desde que se desconocía el nivel y acreditación de los profesores, pasando porque no se podía controlar desde la escuela (muchas veces la profesora de inglés se retiraba de la pantalla por más de 15 minutos sin explicaciones, por ejemplo). Pero más allá de situaciones particulares, la práctica de Ceibal de privatizar la educación sin que al parecer nadie lo controle, es cuando menos preocupante. Ellos seleccionan academias que pueden presentarse (este año lo han vuelto a hacer) y no hay un criterio claro al respecto. Aunque en la actualidad cada vez hay más instituciones nacionales, tampoco son del nivel adecuado en muchos casos porque esa falta de criterios.

2 – Acuerdos con Google y Microsoft para uso de datos de estudiantes

Este punto es muy polémico y aunque ahora ya no esté en primeras planas, en su momento generó muchísima resistencia desde varios ámbitos, sobretodo el académico. El acuerdo con Google en 2015 para que todos los estudiantes utilicen sus nube de servicios en línea (Gmail, Drive, Fotos, etc.) de forma obligatoria mediante la creación de una cuenta. ¿Por qué obligatoria? Porque para entrar a Crea, enviar trabajos y hacer actividades el sistema pide a los alumnos la cuenta de Google de Ceibal. Y este acuerdo fue firmado por Ceibal y Google sin intervención ni análisis de ningún otro organismo.

Lo particular es que recién cuando se escucharon las primeras voces de protesta, con carta pública incluída, fue que se indicó que este acuerdo no presenta riesgos para los estudiantes, todo según las políticas de Google. Pero ya ha corrido bastante agua bajo el puente y sabemos muy bien como esta y otras empresas de bigtech manejan los datos (un buen ejemplo es el entrenamiento de IA). Y este tipo de acuerdos que Google logró con muchos países, comenzaron a ser rescindidos unilateralmente por distintos Estados luego de entender que los datos de los estudiantes no estaban protegidos. Se puede nombrar el ejemplo de Dinamarca, etc. Sin embargo en Uruguay nada ha cambiado y se sigue obligando a crear una cuenta a los alumnos y hacer que su información pase por los servidores de la gran G. Y este no es el único caso, desde que Ceibal decidió volver a instalar Windows como sistema operativo en todos los equipos que entrega (tema que profundizo más adelante), el uso de una cuenta de Microsoft (que sí es invasiva y usa telemetría dentro de Windows) obligatoria para cada estudiante, con todo lo que ello implica. Y sí, otra vez de forma directa y sin aparentemente ningún control externo.

No se precisa explicar demasiado, en este tiempo, que si un producto es gratis es porque tú mismo eres el producto. Y esa mercadería son los datos de los estudiantes y docentes que usan las plataformas.

3 – Abandono del Software libre: soluciones a medias y problemas legales

Sobre este tema hay bastante para decir desde el punto de vista técnico y también legal. Con respecto a lo primero, sorprendió mucho el abrupto cambio que se dio en 2024 cuando las nuevas notebooks se comenzaron a entregar con Windows 10 instalado por defecto y con el requisito de activar una cuenta de usuario en Microsoft para poder usar el PC. El uso de Linux y software libre era una de las premisas del Plan Ceibal, que promovía las 4 libertades (uso, compartición, modificación y distribución libres) asociadas al mismo. Este cambio, nuevamente unilataral, marca un nuevo paradigma no solo técnico, si no también educativo. Organismos como la UDELAR sí han integrado el uso de Linux en todos sus sistemas desde hace años, lo que demuestra que se pueden crear y administrar grandes estructuras con éxito (como la NASA y varios países y comunidades lo han hecho).

Pero el problema también es la contradicción, porque cuando arrancamos nuestra computadora, no alcanza con el sistema operativo, también precisamos otros programas y los de ofimática son de los más necesarios: procesador de textos, planilla de cálculo y presentaciones. Y resulta que Windows no viene con estas herramientas, hay que pagar una licencia de Microsoft Office para acceder. ¿La solución de Ceibal? Instalar en las notebooks un software libre de ofimática llamado Openoffice, que es antiguo y ya está muy desactualizado frente otras soluciones. Esto denota la falta de planificación y el desconocimiento de los técnicos que intervienen en la configuración de los equipos. Al día de hoy existen suites ofimáticas como Libreoffice, Only Office y otras que cumplen con creces las necesidades, son multiplataforma y vienen instaladas por defecto (junto con más herramientas) en la mayoría de las distribuciones Linux orientadas al uso cotidiano.

Además de lo mencionado, el abandono del software libre también abre un dilema legal que podría traer consecuencias. En nuestro país existe desde el año 2013 la laey 19179 que regula y promueve el uso del software libre en la Administración Pública. Ésta deja en claro en su artículo 2do que debe darse preferencia al uso de software libre por parte de las dependencias del Estado y si se opta por usar privativo debe justificarse la decisión. Por si fuera poco, el art. 3 establece que se considera de interés general que el sistema educativo proceda a promover el uso del software libre. ¿Qué está pasando entonces con Ceibal como plataforma educativa, acaso ignora esta ley o simplemente no tiene que responder a nadie?

Este no es un aspecto menor, los programas que aprendemos desde chicos influyen en nuestra manera de entender y usar la tecnología y terminan marcando en gran manera en que ambientes tecnológicos nos moveremos como adultos. Promover las opciones, la libertad y la colaboración son aspectos fundamentales y si se obliga al uso de tecnologías privativas se estará siempre en situación de dependencia frente a las grandes empresas que las proveen.

Conclusiones

Creo que es importante conocer estos aspectos muy poco tratados sobre Ceibal y su forma de funcionamiento. Desde sus inicios, ha habido muchísimo crecimiento y también notorios cambios de políticas a medida que los distintos directores fueron asumiendo. El problema tal vez sea que la propia independencia del organismo (que se entendió que en un principio era para acelerar los procesos y evitar burocracia) está generando una desconexión cada vez mayor de la realidad de los ámbitos educativos y también de las políticas del propio Estado con respecto a la sociedad de la información y el conocimiento. Seguramente haya que revisar cosas y sobretodo establecer mayores controles y coordinación. No es un detalle menor la pésima comunicación que desde Ceibal se brindó sobre el ciberataque sufrido el 30 de septiembre de este año (enlace), con comunicados donde minimizaban el problema, negando incluso cosas que luego se confirmaron (como el acceso a Crea y la afectación de la plataforma y los datos) y que al día de hoy sigue fuera de línea.

No cabe dudas que Ceibal es un proyecto más que interesante y ha logrado cambios históricos, pero su propio peso lo puede terminar convirtiendo en un gigante que por su poder se vuelva autoritario en sus decisiones o avasallante frente a los organismos de la educación, a quienes debería servir de apoyo y no convertirse en el centro de mando como a veces pareciera.

A continuación dejo los enlaces a las fuentes de información y debajo el video realizado:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *