Linux Mint Debian Edition – ¿El perfecto equilibrio entre rendimiento, estabilidad y funcionalidad?

Sin dudas Linux Mint es una de las grandes distribuciones Linux. Gracias a su filosofía de no reinventar la rueda y mejorar las tecnologías existentes de primando la estabilidad y sobretodo la facilidad para el usuario. Porque si en algo destaca Mint es en que todo funciona, en que no hay que preocuparse por configuraciones, problemas o modificaciones, el sistema funciona perfecto desde el inicio y se encarga del mantenimiento y la actualización de forma tan automática como el propio usuario desee. En definitiva, no hay que preocuparse por nada. Y a esto hay que agregarle lo amigable y clásico de la interfaz de usuario, que permite que la adaptación para un usuario de Windows, por ejemplo, sea prácticamente cuestión de segundos.

Las versiones principales de Mint se basan en Ubuntu y se dividen por su interfaz gráfica: Cinnamon, Mate y Xfce; siendo la primera la principal y desarrollada por el propio equipo de la distribución. Sin embargo, desde el año 2010 también comenzaron con el desarrollo de una versión basada en Debian, conocida por su sigla LMDE (Linux Mint Debian Edition). La misma se basa en las versiones estables y permite actualizar entre ellas sin reinstalar. Actualmente está en la versión 5 «Elsie» basada en Debian 11 «Bullseye». Esta versión viene con el entorno Cinnamon por defecto y todas las herramientas de sus hermanas basadas en Ubuntu. Pero al utilizarla uno nota ciertas diferencias que sin duda son para mejor, empezando por la velocidad y el bajo consumo de recursos. Aunque esta edición es considerada experimental y su objetivo es tener un sistema funcional en caso de que Ubuntu desapareciera, la verdad al usarla (personalmente la utilizo desde su primera edición con idas y vueltas) se siente como un equilibrio muy difícil de conseguir en un sistema operativo entre volicidad, liviandad, modernidad y facilidad de uso.

Estas son algunas de las características principales de LMDE:

  • Basada en Debian estable (11 Bullseye).
  • Kernel 5.10
  • Entorno de escritorio Cinnamon (basado en GNOME 3).
  • Semi rolling: se mantienen al día los paquetes y permite actualizar entre versiones).
  • Incorpora las actualizaciones de Mint antes que las versiones basadas en Ubuntu.
  • Mismo centro de Software y aplicaciones que en las demás versiones.
  • Flatpak y flathub ya configurados y listos para usar.
  • Controladores Wifi extras y ya configurados: por ejemplo los de Realtek UE funcionan sin problemas y no es así en Debian.

Basándome en mi experiencia de uso me atrevo a decir que nos encontramos frente a una distribución estable y que cada vez funciona mejor, mostrando una clara evolución. Permite actualizar fácilmente, los controladores funcionan muy bien, es más rápida que las basadas en Ubuntu y se nota. Sin dudas, LMDE es un sistema operativo muy recomendable para todo tipo de usuarios. Cabe la pregunta que con cada versión se hace más presente: ¿Por qué no se pasa Mint directamente a Debian, siendo que cada vez tienen más desacuerdos con Ubuntu, como en el caso de la decisión de no usar la paquetería Snap?

Espero disfruten de la distro si es que la prueban y a continuación dejo el video con la reseña correspondiente:

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