Ayer, 16 de septiembre de 2021, falleció a los 81 años y luego de una larga enfermedad, Sir Clive Sinclair. Este señor fue un gran inventor, creador y empresario. Pero sobretodo un visionario, una de esas personas adelantadas a su tiempo y que realizan creaciones fantásticas, algunas exitosas y otras que pueden fracasar comercialmente debido a su desfase en el tiempo, ya que el resto de las personas todavía no estaban preparadas para cosas tan novedosas (como ejemplo de ambos extremos, fue quien creó la primer calculadora de bolsillo y a su vez uno de los primeros vehículos eléctricos comerciales).
Para alguien como yo, una persona ya adulta que creció en los años 80 en Uruguay, uno de sus inventos significó, como para infinidad de niños y adolescentes de la época, una revolución absoluta en mi vida. Tanto así que desde que accedí a mi primer ordenador ZX Spectrum 48K cuando tenía 8 años, no he dejado de trabajar y estudiar sobre computación, siendo hasta el día de hoy mi pasión y vocación profesional.
¿Pero cómo pasó eso? Quienes vivimos esa época lo tenemos bastante claro. Sin embargo no está de más contar que la gran creación de Sinclair fue la de realizar una computadora compacta, muy económica y accesible a «los hijos de los obreros», a la clase media, para que toda una nueva generación de chicos pudiera conocer de primera mano la Informática. Para hacerse una idea, el ZX Spectrum costaba menos de una quinta parte de lo que salían el resto de los ordenadores que se vendían en el resto del mundo. Por si fuera poco, podía conectarse a un televisor para ver imágenes a color y a una grabadora de casetes para poder cargar y grabar programas. Es decir, que con lo que teníamos en casa ya podíamos usar una computadora real.
En mi caso particular, todavía tengo presente el día que mis padres nos regalaron «La Spectrum». Tenía un costo de 130 dólares, lo cual recuerdo perfectamente porque significó un ahorro que tuvieron que hacer con esfuerzo y sé que apenas lo alcanzaron fueron a comprar la computadora. Además de la emoción inicial, para mí significó el descubrimiento de un mundo nuevo, totalmente diferente e innovador. Todos en principio utilizábamos la computadora para jugar, como olvidar las horas con Sir Fred, Freddy Hardest, The Race, Game Over, Perico Delgado, Narco Police, etc… (gracias Dynamic, Made in Spain e incluso a los grandes creadores uruguayos).
Pero sucedía algo interesante, la ZX Spectrum venía con 2 manuales y la nuestra, aunque era usada, los tenía y bastante bien cuidados. Uno era el típico de cuidados y mantenimiento del aparato, pero el otro era nada menos que un manual de programación Basic completo. Estaba en inglés, pero eso era un detalle y hasta una ventaja porque en la práctica terminé aprendiendo el idioma sin tener que ir a ningún curso particular. También aprendí lógica, matemática, manejo de datos, razonamiento y muchas cosas más que a medida que fui creciendo noté que eran un plus, un conocimiento que muchos de mis pares no tenían y que me facilitó muchísimo las cosas en mis estudios a todo nivel.
Así aprendí a programar y a guardar mis trabajos para reutilizarlos, compartirlos y mejorarlos. Una cosa lleva a la otra y esa pasión que nunca se detuvo marcó mi vida por completo, al punto en el que mis estudios superiores y luego toda mi vida profesional han girado en torno a la Informática y a la enseñanza de la misma. Sé muy bien que esto le ha pasado a infinidad de otras personas, algunas de las cuales he tenido el gusto de conocer y reconocer en grupos y redes sociales. Y puedo decir que a cada uno, con sus particularidades, nos ha marcado en muchos aspectos de nuestras vidas.
En definitiva, podría escribir infinidad de párrafos sobre este tema, sobre el impacto que causó en mí y en otros la existencia de las computadoras Spectrum en sus distintos modelos (sí, siempre soñé con tener la Spectrum 128 y algún día se dará). Pero para resumir todo esto, quiero simplemente agradecer a un Caballero que hizo honor a su título al hacer una obra monumental y beneficiosa: la de permitir que toda una generación pudiera descubrir, aprender y desarrollarse en un nuevo mundo de conocimiento, dejando un legado de nuevos programadores, profesores, empresarios, diseñadores, creativos y mil profesionales más que hoy siguen soñando con nuevos avances que vaya a saber hacia donde nos llevarán. Y pensar que toda esta historia empezó escribiendo en un teclado de goma y cortando los cables de los auriculares para poder conectar la grabadora al ordenador… ¡Muchas gracias por todo Sir Clive Sinclair!
Comentarios